Existen multitud de estudios que hacen referencia a la relación entre deficiencia auditiva y el deterioro cognitivo, siendo este la causa directa en muchas ocasiones de una hipoacusia no tratada. Repercutiendo negativamente en la memoria, la comprensión y el enlentecimiento del pensamiento, estos factores comprometen, en mayor o menor grado, las habilidades cognitivas. No obstante, existen otras habilidades y capacitaciones que se ven repercutidas negativamente, nos referimos a las repercusiones psicológicas y sociales.

          La comunicación es la fuente con la que hacemos contacto con todo y todos los que nos rodean, familia, trabajo, amistad, tiempo libre, etc. Y para poder realizar todo esto es básico contar con una correcta audición que nos brinde la herramienta para poder conseguirlo.

          Si comprometemos la comunicación, la hipoacusia puede afectar de negativamente a la forma en que los sujetos mantienen sus roles sociales e interacción con su medio. al igual que los efectos negativos que conlleva:

• Dificultad comunicacional y participativa en las conversaciones del día a día
• Aumento de la posibilidad del deterioro cognitivo general y la demencia.
• Sensación de soledad.
• Aumento de la dependencia.
• Predisposición a accidentes.
• Comportamiento regresivo.
• Trastornos del ánimo como depresión.
• Deterioro de las funciones cognitivas como la memoria y la atención.
• Irritabilidad y ansiedad.
• Deterioro de las relaciones interpersonales.
• Aislamiento y pérdida de interacción con fines sociales y lúdicos.
• Confusión, desorientación y falta de concentración.